martes, 3 de febrero de 2015

Un poema de " La sexta cuerda" de Manuel García

                       Los juguetes del niño que ya es hombre,
                                                       ¿a dónde fueron, di?
                                                      Cernuda


Hay penas tan tremendas que no pueden
echarse en el olvido.

Y vivimos sabiéndolas en cada
palabra, en cada gesto. Así tu muerte
permanece en el agua que me bebo
o el aire que respiro.

Nuestras primeras ilusiones duermen
junto a nuestros juguetes, en trasteros
remotos, y no queda
después de tanto incendio fuego antiguo.

No hay desván que nos guarde lo jugado.

Pero hay dolores que llevamos siempre
como el pan cotidiano que comemos
o la sombra dejada en el camino.

MANUEL GARCÍA




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