EL MAESTRO DE LA NOSTALGIA
No existen continentes sumergidos.
La corteza granítica es, por definición,
más ligera que el fondo basáltico del mar,
no puede hundirse.
Los años que perdimos no están en ningún lado,
no están bajo el océano de la conciencia, no son
ninguna oscura Atlántida.
Sus tesoros de perlas y oricalco
no pueden rescatarse.
Yo lloraré mil noches habitadas
por ruiseñores de garganta púrpura.
Lloraré mil ausencias de los astros,
lloraré estos mil años sin tus ojos.
Tú y yo no volveremos a encontrarnos.
No podemos. Tú y yo ya no existimos...
ANA ISABEL CONEJO
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