CINEMA PARADISO
En tus ojos
escucho cada día
el estruendo del cine Paradiso
la mañana de su demolición.
En los míos,
un motín de miradas anhelantes
-vecinos y curiosos-
que ya llevaban años lamiendo la nostalgia.
Y ninguna cadena artesanal
de besos censurados
para colgarse al cuello
en las eternas noches que aún esperan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario