martes, 1 de noviembre de 2016

"De tus sueños", un poema de Peces transparentes

DE TUS SUEÑOS

Ya no soy ese sueño
de tus tarde heridas de misal
y sotana.

La ternura a granel que tantas veces
te enganchaba a la vida.

Ya no soy la que enciende las estrellas
y las cuelga del techo
cuando todos discuten.

La que puede bailar con el pie escayolado.

Me soñabas así,
ligera y quebradiza,
para que siempre
la luz y la penumbra
calaran en mi cuerpo.

Ahora estoy en el sitio donde tú ya estuviste.
El lugar donde aguardan
los que han ido perdiendo poco a poco
sus piezas
y buscan un recambio
para seguir nadando por la orilla del viento,

sorteando las rocas
en las que se resbalan todavía,
a pesar de la costra que les cubre.

JULIA CONEJO




lunes, 24 de octubre de 2016

Un poema de "Etapas", de Manuel González

REFUGIO

Vuelvo a casa
en este abril lento
de repúblicas a cuestas
y promesas vencidas.
El tercer piso a mano izquierda
es un altar
que me devuelve la fe perdida
en las calles de siempre.
Llego a la puerta,
se abre impaciente el firmamento
y puedo mirarte sin paracaídas.
Esa es la razón de los mediodías.
Hago bandera en la camiseta
que llevas puesta.
Bajo tus pies,
todo regresa a su lugar
como la calma a nuestros libros.
Incluso aprendí todas las conjugaciones
para llegar puntual a tus verbos
cuando se duerme el día en los ojos,
donde, a pesar de todo,
siempre haces hueco.

MANUEL GONZÁLEZ


jueves, 6 de octubre de 2016

Gente que camina en mi mente, un texto de Francisco Javier Irazoki

GENTE QUE CAMINA EN MI MENTE

De noche suenan los teléfonos y escucho las voces que llaman desde el país donde nací.
Me anuncian la muerte de una persona que conocí en mi infancia o juventud e, inmediatamente, siento la desaparición de un paisaje. La superficie que se desgaja deja en la niebla un torso, los brazos, los pies que fueron dos caminos paralelos. El roble y la higuera son ojos borrados cuando las frases salen del teléfono y entran en mis oídos.
   En mis visitas a Lesaka, compruebo que los terrenos se han encogido. Las púas de los alambres que delimitaban las praderas sujetan ahora unos retales blancos, y el viento bate esos jirones de las ropas de los ausentes.
   Otras llamadas siguen despegando las calles del pueblo, y aumenta el grupo de hombres y mujeres que pasean en mi memoria al despedirse de una patria de huecos.
   Pronto seré el viejo que lleva en un bolsillo toda la extensión de su tierra.

FRANCISCO JAVIER IRAZOKI



martes, 26 de julio de 2016

Palabras mágicas, un poema de "Peces transparentes"



PALABRAS MÁGICAS

Los domingos, mi abuela no nos daba
la propina.

Nos daba la “Rinconada”,
que no era ningún premio, sino un ritual
de gestos y palabras
que había que seguir, paso por paso,
para no desmontar la expectación
y mantener envuelta la mañana
en novedad y misterio.

Tapada hasta las cejas en la cama.
Los párpados cerrados
de forma fraudulenta
Y ella fingiendo aprovechar el sueño
para meter debajo de la almohada
algún sobre-sorpresa,
un cuento del tamaño de su mano
o una tira de cromos de palmar
con purpurina por encima.

Ni aquella Hada Madrina
que ayudó a Cenicienta,
de haber tenido que repetir su hazaña
todas las semanas,
hubiera sido capaz de mantener
la magia y la ilusión
con la misma maestría y eficacia
que mi abuela,
Aunque ella no llegase a sospechar
(no obstante la experiencia relatada)
sus innata habilidad
para la hechicería.

JULIA CONEJO



sus innata habilidad
para la hechicerí
a

viernes, 13 de mayo de 2016

Un poema de "La hija", de María García Zambrano

LA VIDA

Respiraré por ti.
Atraparé todo el aire de este y otros mundos
que voy a inventar
para que caminemos juntas.
Inventaré una galaxia
para que llegues a lo alto
y extiendas tu mirada por encima de los dioses.

Respiraré por ti.
Seré tus ojos y en ellos
guardaré el mar
(con las manos de mi padre conteniendo la espuma
y todos los moluscos que se aferran a la roca).
Inventaré un mundo acuático para que flotes y te sumerjas
serás el pez más veloz.

Respiraré por ti.
Multiplicaré mis alvéolos
y miles de luciérnagas y estrellas y la luz
entrarán por tu piel como caballos que vuelan
libres e iluminados.
Un amor limpísimo disolverá la enfermedad.

Respiraré por ti.
Seré tu lengua
con todas las palabras que existen y otras
babel entre tus dientes
la historia que contaremos a tus hijas.

Respiraré por ti

hasta que ya no quede savia en este cuerpo
entonces

inventaré otra vida para seguir respirando.

MARÍA GARCÍA ZAMBRANO


martes, 10 de mayo de 2016

Un poema de "Haciendo planes" de Karmelo C. Iribarren

EL BALCÓN EN INVIERNO

"Yo a veces me siento así",
me dijo una mujer,
hace unos días,
en la sección de libros de El Corte Inglés,
poniendo el dedo índice sobre el título de una novela.
Aunque no nos conocíamos de nada,
no pude evitar contestarle
que a mí me sucedía lo mismo en ocasiones.
No sé por qué lo hice, quizás sólo
por la enorme cantidad de tristeza
que vi amontonada en sus ojos.
Entonces ella me pasó la mano por el antebrazo,
en lo que quiso ser
una muestra respetuosa de agradecimiento,
sonrió fugazmente, sin fuerza,
y se dirigió hacia las escaleras mecánicas.
Yo me quedé allí un rato más, mirando
aquel balcón azotado
por la lluvia y el viento
y el frío de la madrugada,
aquel balcón hacia el que acaso nadie nunca
levantaba la vista desde la acera...

KARMELO C. IRIBARREN


domingo, 10 de abril de 2016

Una infancia feliz en años de posguerra. Poema inédito.



UNA INFANCIA FELIZ EN AÑOS DE POSGUERRA

A veces ser feliz consiste sólo
en bailar
alrededor de una mesa-camilla,
coreando el nombre de un pueblo al que te han invitado
a pasar el día de la fiesta.

A veces es más excitante
ese momento previo de la espera:
ni la verbena, ni el traje de domingo,
ni el banquete en la casa familiar,
tan minuciosamente preparado.

El paso de los años ha demostrado
que lo único, al final, inolvidable era
la coreografía improvisada con tu hermano:

Vueltas y vueltas en torno a una camilla
una semana antes de que el gran día llegara.

Y si alguien no lo entiende

es porque nunca le dejaron ser niño.

JULIA CONEJO