jueves, 18 de enero de 2018
martes, 16 de enero de 2018
Un poema de "El oficio del hombre que respira" de Francisco Caro
EL VIAJE SIN EXCUSA
Porque vivir es esto,
un viaje sin excusa,
un reto de distancias, nunca quise
ser transeúnte roto en sus caminos.
Sabedor de sus túneles y alfombras,
de sus bifurcaciones,
de sus tretas gordianas, de que nunca decreta
cárcel para los buitres ni da salvoconductos,
hice largo el trayecto, pero rumor mis pasos.
De cada recorrido guardo
el polvo de la marcha,
el sol con que se guían los audaces
y la plata encendida de las cumbres,
no recelo
de veranos con nieve,
de crepúsculos pálidos,
de posadas con voces clandestinas, sigo
poniendo nombres
al fracaso de algún ayer intruso,
a las aves y encinas que me cruzan,
a los patios del sueño,
y escribo, si me deja, de sus provocaciones,
de sus enemistades,
del amor junto a los acantilados.
Aún espero a Borges
en las noches de tregua y estrelladas,
no pregunto a quien pasa,
no respondo.
FRANCISCO CARO
Porque vivir es esto,
un viaje sin excusa,
un reto de distancias, nunca quise
ser transeúnte roto en sus caminos.
Sabedor de sus túneles y alfombras,
de sus bifurcaciones,
de sus tretas gordianas, de que nunca decreta
cárcel para los buitres ni da salvoconductos,
hice largo el trayecto, pero rumor mis pasos.
De cada recorrido guardo
el polvo de la marcha,
el sol con que se guían los audaces
y la plata encendida de las cumbres,
no recelo
de veranos con nieve,
de crepúsculos pálidos,
de posadas con voces clandestinas, sigo
poniendo nombres
al fracaso de algún ayer intruso,
a las aves y encinas que me cruzan,
a los patios del sueño,
y escribo, si me deja, de sus provocaciones,
de sus enemistades,
del amor junto a los acantilados.
Aún espero a Borges
en las noches de tregua y estrelladas,
no pregunto a quien pasa,
no respondo.
FRANCISCO CARO
viernes, 12 de enero de 2018
jueves, 11 de enero de 2018
Un poema de "Licencia para bailar" de Katy Parra
EL ÚLTIMO TANGO
No puedo ahora frenar
la rotación inmensa del abrazo
para medir su órbita
CLAUDIO RODRÍGUEZ
¿Qué quieres que te cuente del amor
alguien que nunca ha escrito en el poema mariposa o
abril?
Yo sólo puedo hablarte
de los escorpiones o de las garrapatas,
de la cara de imbécil que tiene mi vecino,
de lo triste que a veces me resulta
escuchar a Coltrane
sin otra compañía que mis gatos
o del abrigo excepcional de los violines
cuando tiemblan y dudan de su música.
Sin embargo, no puedo hablarte del amor.
Ese altivo juglar no me quiso en sus filas
y ahora estoy aquí como un intruso,
escribiéndote a ti que estás leyendo
y mirando el reloj para escaparte
de toda esta indigencia,
que tal vez sabes algo de este tipo
y de sus maniobras,
que también -es posible- te haya dado plantón;
a ti, que desconoces mi lado más siniestro,
el tabaco que fumo
o a qué hora inservible
maldigo las canciones y me arrastro
hasta mi habitación sin dignidad
para seguir bebiendo esta indolencia.
¿Qué quieres que te cuente del amor
quien no pudo medir su abrazo ni su órbita?
KATY PARRA
domingo, 28 de mayo de 2017
Un poema de John Berger
LEJOS
¿Fue mi padre
quien trazó este bosque?
¿Es histórica
la mano
que rasca la cerilla?
inquirió el viento
y las lenguas de fuego
respondieron.
El fuego del emigrante.
Arrodillado
para equilibrar la sartén
madre en tu cocina
pañuelo a la cabeza
te recuerdo
y te vuelvo a llamar
Las amapolas de tu huerto
salpican mis nubes.
JOHN BERGER
¿Fue mi padre
quien trazó este bosque?
¿Es histórica
la mano
que rasca la cerilla?
inquirió el viento
y las lenguas de fuego
respondieron.
El fuego del emigrante.
Arrodillado
para equilibrar la sartén
madre en tu cocina
pañuelo a la cabeza
te recuerdo
y te vuelvo a llamar
Las amapolas de tu huerto
salpican mis nubes.
JOHN BERGER
viernes, 5 de mayo de 2017
Un poema de "Ritmo latino" de Jorge Barco
UN SANTO
Perdonar es divino
ALEXANDER POPE
Soy capaz de perdonarlo todo.
No importa qué hayas hecho, que yo te lo perdono.
Si me insultas por Twitter, te lo perdono.
Si no reciclas, te lo perdono.
Si eres del Real Madrid, te lo perdono.
Si tratas de atropellarme con tu coche, te lo perdono.
Si usas camisas de manga corta, te lo perdono.
Si te gusta Melendi, te lo perdono.
Si pintas con Spray en la fachada de las Conchas, te lo perdono.
Si me cuentas el final de Perdidos, te lo perdono.
Soy capaz de perdonarlo todo
salvo que no me devuelvas un libro.
JORGE BARCO
martes, 2 de mayo de 2017
Un poema de "Locus poetarum" de Francisco Caro
ARROYO
Palabras, tantas
palabras que os ofrecen
-apuntaba el maestro-
qué son sino amenaza
de tempestad, temor
de aguas copiosas
ocasión de caudales
que traicionan
palabras tantas
que se ofrecen, qué
sino tumulto,
sino ramblas que abruman
al poema que quiere
ser arroyo
que confía
encontrar su virtud
en lo delgado.
FRANCISCO CARO
Palabras, tantas
palabras que os ofrecen
-apuntaba el maestro-
qué son sino amenaza
de tempestad, temor
de aguas copiosas
ocasión de caudales
que traicionan
palabras tantas
que se ofrecen, qué
sino tumulto,
sino ramblas que abruman
al poema que quiere
ser arroyo
que confía
encontrar su virtud
en lo delgado.
FRANCISCO CARO
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