domingo, 5 de agosto de 2012

Un poema de Ted Hughes

CUERVO MÁS NEGRO QUE NUNCA

Cuando Dios, asqueado del hombre,
se volvió cara al cielo,
y el hombre, asqueado de Dios,
se volvió cara a Eva,
todo pareció desmoronarse.

Pero Cuervo Cuervo
Cuervo los juntó clavándolos,
juntó el cielo y la tierra clavándolos-

Y entonces el hombre gritó, pero con la voz de Dios.
Y Dios sangró, pero la sangre del hombre.

El cielo y la tierra crujieron por la juntura
que empezó a gangrenarse y a heder-
un horror imposible de redimir.

La agonía no disminuyó.

El hombre no podía ser hombre, ni Dios, Dios.

La agonía

se intensificó.

Cuervo
sonrió burlonamente

gritando: "Esta es mi creación"

Enarbolando la bandera negra de si mismo.

TED HUGHES

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