MANTENERSE A FLOTE
No merece la pena vivir
si a cada paso que das
no sientes un latigazo.
Si no te dejas devorar cada noche,
si no prendes fuego a un piano
mientras bailas en sus teclas.
Merece la pena perder la cabeza
por la canción que tarareas,
merece la pena ponerte el sombrero
y encender las farolas de la ciudad.
Con el frío en el bolsillo
de tu chaqueta,
con la hora cambiada
para trasnochar cien veces.
Porque saltar es algo
en lo que hay que mantener
los ojos abiertos
Porque en cada dormitorio,
esta noche, robaremos los zapatos.
Porque en la calle,
esta noche, los colgaremos
del tendido eléctrico.
JAVIER DAS
jueves, 22 de marzo de 2012
domingo, 18 de marzo de 2012
Horas bajas
HORAS BAJAS
El tiempo por el suelo,
confundido con bolas de pelusa,
colillas
y otros restos degradados
y reducidos a la inutilidad.
Las horas sepultadas,
enterradas por debajo del nivel
de la desesperanza.
Abonando el silencio con segundos
tan dóciles y yermos
como una batidora
que tiene las cuchillas ya gastadas
Y tú sentada en la alfombra
de minutos desiertos,
cogiendo distraída un espejismo
que se ha escapado volando
de tu mente.
Sin enterarte apenas.
martes, 13 de marzo de 2012
Sueños como liendres, poema inédito
SUEÑOS COMO LIENDRES
Hay sueños que no acaban
cuando
enciendes las luces
y
viene a sacudirte la rutina.
Los
sigues masticando
mojados
en la leche de las horas primeras.
Y
cuando ya estás listo para
salir
de casa,
se
te enroscan al cuello
igual
que una bufanda hecha de lana:
No
sientes
el
temblor de la intemperie,
pero
la desazón de su contacto
te
agita y te exaspera
hasta
que se te secan las palabras
y
comienzan a descascarillarse
cayéndose
a pedazos
por
el barranco insalvable de tu pecho.
Hay
sueños –como liendres-
que
invaden tu cabeza.
Los
notas cuando anidan en tu pelo.
Y
no hay loción de marca
ni
remedio casero
que
pueda exterminarlos de inmediato.
Unas
tijeras de podar rosales.
Si
lo que necesitas
es
acabar de forma radical con los picores.
sábado, 10 de marzo de 2012
En el avión, un poema de Ana Pérez Cañamares que aparece en Alfabeto de cicatrices
EN EL AVIÓN
El hombre avanza por el pasillo
se sienta entre la ventanilla y yo
mira un momento hacia fuera
y luego baja la persiana.
Es de esa gente que se conoce
las nubes de memoria.
ANA PÉREZ CAÑAMARES
El hombre avanza por el pasillo
se sienta entre la ventanilla y yo
mira un momento hacia fuera
y luego baja la persiana.
Es de esa gente que se conoce
las nubes de memoria.
ANA PÉREZ CAÑAMARES
miércoles, 7 de marzo de 2012
Dependienta en un bazar chino, poema inédito
DEPENDIENTA EN UN BAZAR CHINO
La nieve es amarilla y huele a loto
en algunas barriadas
alejadas del centro.
Los gatos no han cerrado la sonrisa
y siguen celebrando con pintura barata
una felicidad de purpurina
que destiñe con la primera caída.
Poco a poco se olvidan los sabores.
El aceite de sésamo se vuelve anaranjado,
escuece en la garganta
como las bayas de fresno abriéndose camino
en la llanura de unos brazos desnudos.
Pero en esta tierra inhóspita
de miradas redondas,
la nieve es comestible.
Las nubes no descargan
a las órdenes de un mando militar.
Y a veces
(Sólo a veces)
alguien desconocido
se quita los zapatos al hablar,
para evitar arañarte la nostalgia.
domingo, 4 de marzo de 2012
viernes, 2 de marzo de 2012
Golondrinas, poema inédito
GOLONDRINAS
A pesar de mis años,
seguí creyendo en Bécquer
durante mucho tiempo.
Hasta que me estallaron en la boca
sus golondrinas moribundas,
infectadas con las fiebres
del oeste del Nilo.
Deshabitaron las cuencas de mis ojos
como si fueran cuervos,
de esos que,
llegado el caso,
no reconocen el tacto
de las manos
que atusaron sus alas con afecto.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)